jueves, 5 de agosto de 2010

*Cielo de verano*

Este año la crisis aprieta y no hemos podido salir a ningún sitio, esto es, a Gandía, como veníamos haciendo todos los años casi desde que nací...
Por eso este verano lo estamos pasando en el chalet que tiene mi abuela entre Bargas y Olías, una casa de campo con piscina en tierra de nadie.

Esta tarde estaba ayudando a mi madre en la cocina cuando he apreciado una luz anaranjada que me ha llamado la atención; me he asomado y he descubierto una puesta de sol que poco tiene que envidiar al ocaso en el mar:




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