Es difícil referirse a algo así sin que se te ponga un nudo en la garganta, o te entren ganas de llorar...
Ya han pasado seis años, pero hay imágenes que no se borran en toda una vida, y yo recuerdo aquel día con total nitidez desde que me levanté hasta que pude escuchar su voz.
No podía pasar sin rendirles mi pequeño homenaje...
Ese día también lo pasamos juntas... Para mi la imagen es Bravo Murillo desierta y tú y yo cruzando al locutorio, pálidas. La sensación es miedo y tristeza.
ResponderEliminarMe uno a tu homenaje, por supuesto.